¡Hola a todos!
Espero que estéis disfrutando de este "Summertime" cantando y tocando en bolitos veraniegos, y sino, disfrutando de la música en directo que este tiempo nos brinda (hay que apoyar la música en directo no lo olvidéis).
Este artículo lo dedico a un tema que, para mí, es de suma importancia. Me refiero a cómo afecta a nuestra voz (hablada o cantada) el estado de ánimo que tengamos y cómo muchas veces no sabemos detectar y localizar este problema ya que no tenemos las herramientas para ello.
La voz es cómo un escaparate, cualquier asomo de cansancio, de tristeza, de agobio, de miedo, un dolor de estómago, de cabeza... se puede escuchar claramente (y muchas veces no sabemos hasta qué punto esto puede ser "peligroso" para nuestra voz). En realidad podría hablar perfectamente de esto en primera persona. De carácter nervioso y emocional, he llegado a perder voz en un momento determinado (disfonía prolongada) sin tener aparentemente ningún problema físico en mi aparato fonador. Habiendo ido a la revisión del foniátra y teniendo delante de mí, mis propias cuerdas vocales en perfecto estado.
La cuestión aquí es, hablando en primera persona, que cuando nuestros músculos no pueden trabajar porque existe una tensión en ellos que no les deja moverse libremente esto va poco a poco creando un problema a la hora de fonar. De esta manera nuestra mente se alimenta de este problema, de esta voz que no funciona cómo suele hacerlo, debido a esto forzamos para poder llegar y la ansiedad se incrementa hasta hacernos daño.
En definitiva, todos podemos afirmar sin discrepar que el estado de ánimo afecta a nuestra voz sin lugar a dudas. El problema mayor viene cuando no sabemos localizar este problema y seguimos dando vueltas sin saber detectar una solución.
Pero, ¿Cuál es la solución cuando el problema es externo? Yo no puedo solucionar lo que te está agobiando en tu vida personal pero lo que sí está claro es que si no relajamos la musculatura esta no puede trabajar.Si no partimos de esta base, no podemos trabajar cómodamente.
Es indudable que esta es la base para una buena construcción de nuestra técnica vocal: la relajación.
¿Qué propongo para resolver el problema? La música-El CANTO como vía de escape.
Como comentaba anteriormente, esta ansiedad personal no me permitía utilizar mis músculos de forma libre, por alguna razón no podía desconectar.
Clave: Convertir está 'des-conexión' en conexión con nuestra voz y nuestro cuerpo.
Primero: Detecta esta ansiedad (preocupación, miedo, etc)
Segundo: Conecta esto con tu propio aparato fonador
Tercero: Expresa lo que te está preocupando
Lo sé, suena fácil... pero el proceso no lo es tanto. Sin embargo te diré que he conocido varias personas que han logrado avanzar mucho con este proceso y han logrado RELAJARSE y CONECTAR con sus emociones. Ánimo y cuéntame sobre tu experiencia.
Si queréis comentar, este es un gran tema para hacerlo :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario